La criminalidad en al ámbito rural, ademas de una amenaza, ha sido siempre considerada un síntoma de descontento y marginación social, de ahí que las autoridades de todo tiempo y lugar hayan tratado de reducirla desde el momento en que el ordens e consiodera imprescindible para la actividad económica y la continuidad del poder establecido. La nueva España virreinal no fue una excepción y quienes han investigado allí el fenómeno lo han hecho prioritariamente a traves de la documentación generada por la Acordada, jurisdicción especial concedida por el virrey Valero al provincial de la Santa Hermandad don Miguel Velasquez en 1719 y confirmada por el monarca tresa ños despues