En algún momento de 1480 Leonardo da Vinci es encarcelado en Florencia, por ?pintar un Cristo niño?. Supuestamente es procesado por herejía. Un año después, en la segunda mitad del año 1481, abandona Florencia, para aparecer a principios de 1483 en Milán. En ese intervalo de tiempo se habría alojado en Cataluña; tal vez en la casa de los Da Vinci de Barcelona, en el barrio de Santa María del Mar, donde vivió su abuelo Antonio durante algún tiempo. El análisis de su obra deja entrever que Leonardo pasó una temporada en el monasterio de Montserrat, que sirve de escenario para dos de sus cuadros: el San Jerónimo y la Virgen de las Rocas. En Martorell (Barcelona) podría haber conocido a la mujer de su vida, de nombre Caterina Vilar. Los documentos, en Sant Andreu de la Barca (donde Caterina residía), nos dicen que diez años después (en 1493) ésta desaparece de los archivos. Curiosamente, ¿o significativamente?, un 16 de julio de 1493 arriba al taller de Leonardo, en Milán, una tal Caterina, a quien emplea. En 1495 el artista florentino paga los gastos de su entierro. Memorias de Leonardo da Vinci es una obra de ficción. Por ello me permito el lujo de especular con la posibilidad de que Caterina Vilar, de la Torre del Palau, en Sant Andreu de la Barca (en Martorell), fuese la ?musa? de Leonardo, a la que éste plasmar...
