La barca del pan trata de un tema tan de actualidad como es el narcotráfico, enmarcado en una zona tan caliente como es el Estrecho de Gibraltar, puerta abierta a dos mares, puente entre dos continentes, crisol de fusión de culturas y religiones, y a veces también tristemente trinchera y barricada entre Europa y África, entre el mundo desarrollado y el tercer mundo. En esta zona muchas personas modestas, de clase humilde y trabajadora, se ven tentadas por el dinero fácil y rápido, por la ostentación de riqueza, por el contraste entre familias que no llegan a fin de mes, que viven de la caridad de distintas instituciones, rodeadas por otras que derrochan sin control dinero manchado de sangre y vida, de lágrimas y muerte. Entre las chabolas y las urbanizaciones de lujo, nace una nueva clase social de nuevos ricos: los narcotraficantes. Con prosa valiente y sincera, desnuda y real como la vida misma, el autor acomete un tema espinoso, levantando acta, dando fe, desde el conocimiento, después de haberse documentado y convivido con los protagonistas, de embarcarse en una patrullera de la Guardia Civil del Mar, de visitar a los presos en la cárcel, de hablar con familias destrozadas por la marginación, la droga y la avaricia. Una obra que bien podría ser un guión de cine negro, pero que tristemente es noticia diaria en los informativos. Sólo la realidad supera a la ficción.