Todo experto del Derecho, aun estando convencido de la decisiva importancia que para la practica tiene la posesion de un fino tacto juridico, necesita ocuparse de vez en cuando en tomar conciencia de los conceptos basicos de su campo de actividad. Para el profesional de la Ciencia del Derecho, esta necesidad se convierte en obligacion por razones de honradez cientifica, puesto que su trabajo no puede pretender calidez cientifica alguna si carece de pureza metodica.