Con este libro, no sólo sugiere a las nuevas generaciones de mujeres y de hombres que se conviertan en “ranitas sordas” en el campo educativo, político, económico, lúdico, deportivo, cultural, eclesial..., sino que les anima a “pedir el cambio” para transformar esta sociedad en un campo fértil y limpio de rastrojos heredados: ¿Qué he de hacer para transformar el mundo? ¿Cómo? ¿Con qué instrumentos cuento para esta tarea?