El mes de agosto de 2014 el Estado Islámico invade el norte de Irak. El ultimátum que da tanto a cristianos, yazidíes y turcomanos es muy sencillo: pagar y convertirse al Islam, o morir. Por esta razón, miles de iraquíes huyen despavoridos de la región. A pesar de esta diáspora, Pascale Warda no tiene intención de marcharse. Ni siquiera las bombas pueden con ella.