Humberto Pérez-Tomé pesca a mosca desde hace más de 15 años. Anteriormente, como la mayoría de los mosqueros actuales, pescó con cucharilla y buldó, estilo al que no ha vuelto más después de haberse introducido en la afición de la pesca con cola de rata. Su evolución en la pesca le ha llevado a considerar la pesca sin muerte como un estilo de vida y una necesidad medioambiental si queremos que esta afición deportiva se siga practicando por muchas otras jornadas en el futuro. Según opinión del autor la pesca sin muerte debe ser un concepto educado, no sólo impuesto. Pero el empeño de la pesca sin muerte sería estéril si no estuviese acompañado de un celoso cuidado del medio ambiente, de los cauces fluviales, su fauna microinvertebrada y la flora de rivera. Por eso para el autor y sus colaboradores es tan importante pescar en las mejores condiciones y más sanas de los ríos.