No es fácil vivir con un hombre que tiene una relación tan estrecha con Dios. Y menos cuando acaba de recibir un nuevo encargo: debe construir un enorme barco porque Dios piensa enviar un diluvio y destruir a la humanidad. Como es lógico, la mujer de Noé no acoge la noticia con demasiado entusiasmo. Y además, parece que a Dios se le han olvidado algunos detalles. ¿De dónde van a sacar la madera, si viven en medio del desierto? ¿Cómo van a reunir a los animales? ¿Cuánto durará el temporal? Pero no hay obstáculo para la fe de Noé, y enseguida toda su familia se verá enrolada en la aventura.