Los poemas de Ayer & Mañana transcurren en el ámbito de un tiempo de hecho de días pequeños y sin historia. La pequeñez de la desolación, la esperanza abatida o el extrañamiento. Transcurren también en las calles de una indeferente ciudad del sur, un paisaje repetido de sol y desidia, de pasos que conducen a través de los agrios rescoldos del pasado y el saldo previsible del futuro. Pero sobre todo nos sitúan en esa habitación solitaria y silenciosa de la conciencia.