Si es usted empleado público ya sabe por experiencia propia que los malos jefes combinan la incompetencia -su común denominador-, con ciertas características individuales que hacen un tanto complicado el trato con ellos. Es verdad que oco puede hacer respecto a la incapacidad de su jefe pero, al menos, ha de procurar por todos los medios que sus propias cualidades no se conviertan en un grave problema para usted.