Segundo título dentro de la Colección Esquemas en dolor neuropático. El dolor ha motivado el desarrollo de muchas formas de tratamiento, desde áreas paramédicas hasta métodos de alta sofisticación. Sin embargo, el síntoma dolor sigue siendo difícil de cuantificar. La sensación dolorosa es una experiencia personal que depende de la percepción y, por tanto, de un proceso de interpretación subjetiva de las aferencias sensoriales. El estudio del dolor se basa en el análisis psicofísico, es decir, en la manifestación de las sensaciones subjetivas a través de marcadores gráficos o movimientos o expresiones físicas, que permiten tener una información semicuantitativa. La evolución tecnológica ha permitido el perfeccionamiento de los métodos de análisis psicofísicos. Por el tipo de fibras implicadas y por la inespecificidad de las sensaciones, el estudio del dolor sigue siendo un reto para los expertos en electrodiagnóstico neurológico. Aunque el estudio neurofisiológico de fibras nerviosas puede ofrecer algunos datos relevantes para la evaluación cuantitativa de lesiones neurológicas causantes de dolor, es el análisis funcional de la vía de la sensibilidad térmica y dolorosa la que ofrece más posibilidades en el diagnóstico de síndromes dolorosos. Esta monografía tiene como objetivo presentar los métodos neurofisiológicos más conocidos en la evaluación de la integridad funcional de las vías que transportan la sensación dolorosa, desde sus receptores hasta los centros destinados a la percepción.