Las entradas eran representaciones artÃsticas de celebracione spolÃticas para exaltación de algunos sectores del poder. Realizadas generalmente con materiales efÃmeros, eran ricamente policromadas, aparecÃan deslumbrantes y cargadas de elementos alegóricos, acompañadas de músicos, fuegos, luces y todas clase de festejos representaban la riqueza del reino. En 1680 con motivo de la boda de Carlos II con MarÃa Luisa de Orleans, Madrid se viste de fiesta con un mágnifico panorama de actos, ceremonias y decorados artÃsticos que hacen de la entrada a la Corte de la nueva reina de España una de las más espléndidas y solenmes del arte barroco español. La autora de este estudio, ha reconstruido el escenario de este espectáculo a partir de material gráfico disperso, y tras una labor de esfuerzo momumental ha recreado las imágenes y el ambiente festivo de este acto.