Aunque tengamos muchísima prisa, antes de gritar ¡indignados del mundo, uníos!, debemos aclararnos... ¿Bajo qué banderas tienen sentido la unión y la movilización general?Necesitamos una indignación ilustrada, imposible de manipular, imposible de volver contra nosotros mismos y capaz de sobreponerse a cualquier adversidad. Y para llegar a ella necesitamos las referencias históricas, antropológicas, filosóficas y morales que los acontecimientos y nuestra forma de mirar nos ocultan sistemáticamente. En este libro se va a la caza de ellas con la debida temeridad, sin respetar los usos convencionales.