A pesar de que Campºa fue el fotógrafo habitual de Franco y la familia real española durante la dictadura, limitar la definición de Campºa al apelativo de el fotógrafo de Franco es caer en el reduccionismo. La mirada que ofrece este libro nos permite profundizar en la obra de este fotógrafo y nos hace descubrirle como una figura absolutamente poliedrica.