Prol., Luis Narvarte . Aunque me libraba de los procesos semanales por delitos de prensa, no me libraba de las visitas forzadas a la Cárcel Modelo cada vez que venía a España una figura política extranjera. Desde los primeros meses de 1934, no recuerdo que haya pasado un mes sin disfrutar del alojamiento gratuito a cargo del Estado en la cárcel, a veces era una semana, otras dos, la última vez, ya inminente el alzamiento nacional de julio de 1936, por un mes y medio. (Extracto sacado de Diego Abad de Santillán : Memorias de una vida militante ).