“Lo que hay de más sugerente y simpático en los aportes que se brindan en este libro, es la tranquila indiferencia que ostentan los que los dan, respecto de los criterios de lo ‘políticamente correcto’. Al provenir muchos de ellos de países que se ubicaban en el bando de los derrotados en la segunda guerra mundial (en el lado de los ‘malos’, si se aplica una visión hollywoodense al panorama) asumen con toda naturalidad su propia filiación y no sienten ninguna necesidad de autojustificarse. Croatas, alemanes, italianos, húngaros, polacos, japoneses, árabes, dálmatas y españoles, más los judíos de distintos orígenes que por azar escaparon al Holocausto, depositan sobre las cosas terribles que vivieron la mirada desaprensiva del candid eye cinematográfico, que no se aplica tanto a juzgar lo expuesto como a describirlo.”