Masaru Saito, un joven empleado de la sección tercera, división Comercio Exterior, es convocado por el director general de la Tohitito Corporation, Yakiro Komomoto. Tohitito Corporation tiene una división de cosméticos que, desde hace años, compra aceite de oliva español. Su misión: viajar a España, preparar un informe sobre el olivo y su aceite, pero por encima de todo encomtrar la tumba de Otoko Sepiro, bisabuelo del director. Otoko Sepiro fue el único samurái de Saigo Takamori que sobrevivió a la rebelión de Satsuma, en 1871. Sobrevivió porque recibió la orden vivir, cruzar el mar y construir un jardÃn en la otra parte del mundo, con vistas al Fujiyama. Durante cuarenta años no se volvió a saber de él. Hasta que un dÃa aparece un dibujo en la tumba de Saigo Takamori e el santuario de Satsuma. Camino a Europa, Masaru reflexiona. Su misión no es menos extraña que la del hombre cuya sombra tiene que buscar. Otoko Sepiro tenÃa veinticuatro años cuando salió de Japón, en 1871. Hace al menos medio siglo que ha muerto ¿Se acordará alguien de él? ¿Quedará alguien del viejo jardÃn o habrá desaparecido hace decenios?
