El avisado lector que, como yo, se adentre por estas páginas, hallará nueve formas de encarar la realidad de hoy. No todas del mismo valor ni con los mismos propósitos. Encontrará fantasías evanescentes, desaforadas sátiras, violentas metáforas del mundo; encontrará la adecuada dosis de desvergüenza y provocación que se le debe exigir a los textos de los autores jóvenes.