El que me diga que no anda en tinieblas, dice el Señor. (Joan, VII 12)Palabras son éstas de Cristo, con las cuales nos exhorta a imitar su vida u costumbres, si queremos ser verdaderamente iluminados y libres de toda ceguedad del corazón. Sea, pues, nuestro principal estudio meditar en la vida de Jesucristo.