Eili es una atribulada heredera que desea un trabajo que legitime su laboriosidad, pues por herencia podría muy bien dedicarse a asistir a cenas benéficas. Pero para Eili eso no es suficiente. Tras encontrar una estatuilla nubia en un contenedor y llevarla a la mansión de sus padres, accede un mundo paralelo llamado “Idia”, un paraíso artificial creado y mantenido para su disfrute, el territorio de la niñez que se abandona para cazar el oso que nos espera a todos agazapado tras cualquier rincón de la existencia. La desbordante imaginación de la autora nos arrastra a mundos paralelos con interpretaciones ambiguas, alusiones a la filosofía de Jung… Erudición, trasgresión, aventura… Héctor y Eili subliman un maravilloso episodio sensorial repleto de guiños al mundo clásico. El laberinto de Eilithya enlaza mitos helénicos con otros más contemporáneos en una hábil combinación de tiempos olvidados y lugares oscuros regentados por el mundo del cómic o de la novela Histórica. Sensualidad y fantasía sin límites ¿se puede pedir más?
