¿Quiénes somos?, el libro de Samuel P. Huntington que se comenta en los ensayos aquí presentados, no tiene la menor importancia como trabajo académico. Es un texto mediocre, cuyo único mérito está en la intención de escandalizar. No obstante, tiene sentido ocuparse de él como alegato político, entre otras razones por el autor es un personaje público de bastante influencia, una de las figuras en el star-system de la academia norteamericana; se lo tiene por autoridad en asuntos de política interacciona, de modo que lo que dice, aunque sea gratuito e infundado, tiene consecuencias. El libro está escrito para convocar a los norteamericanos a renovar su fe religiosa y su nacionalismo, y para señalar a la población de origen mexicano como próxima amenaza para Estado Unidos. La estrategia de argumentación es básicamente la misma que empleó en sus obras anteriores: adopta unos cuantos prejuicios arraigados en el sentido común estadounidense, los justifica con términos técnicos y con un surtido de datos más o menos llamativos, y escribe suficientes páginas para que el conjunto adquiera el aire de gran teoría. La experiencia cotidiana de su público debe poner lo que falta para hacer el texto verosímil y coherente, incluso visionario. [...] Es una obra con pretensiones científicas, con una aparatosa exhibición de citas, nombres y números. Tiene un propósito político declarado, explícito, pero busca imponerse con la autoridad de la ciencia [...] Se han discutido mucho las opiniones políticas de Huntington, en particular las que se refieren a la población de origen mexicano. Hace falta hacerlo, sin duda. Pero también hace falta discutir la definición básica de su discurso político, que es esa ambición científica, porque carece de todo fundamento. En el fondo no tiene mucha importancia que el profesor Huntington sea un creyente más o menos entusiasta o que quiera hacer proselitismo, no tiene importancia que le inspiren miedo los mexicanos, que no sepa hablar español, que sea parti