El 9 de septiembre de 1989, un toro de Miura, en la Plaza de Arles, puso fin a la carrera de Christian Montcouquiol, es decir Nimeño II, el mayor torero francés de todos los tiempos. Destrozado en su cuerpo y su alma, sin esperanza de volver a torear, Christian se suicidaría dos años más tarde en su casa de Caveirac (Nimes). Su hermano, Alain Montcouquiol, torero en los años sesenta, conocido bajo el nombre de Nimeño, no ha dejado desde entonces de sondear el sentido de aquella pasión que tan estrechamente había de unir su vida a la del joven Christian, antes de privarlo irremediablemente de él. Biografias cruzadas, recorrido de amor y luto, reflexión con el corazón en la mano, Cúbrelo de luces deja constancia de la trayectoria vital y artística de un torero cuyo valor y pureza siguen vivos en la memoria de la afición de Francia, España y América Latina.