El honor del samurái ha sido recibida con grandes elogios por parte de la crítica y se ha traducido a numerosos idiomas. En 1861 Japón se ha visto forzado a abrir las puertas a Occidente, con el consecuente choque entre culturas. En el puerto de Edo los misioneros Emily Gibson y Matthew Stark enceuntran a Genji, un joven samurái heredero del clan Akaoka. Su amistad despierta el recelo de otros clanes, que le declararán la guerra abierta.