En 1568 Felipe II vive el momento más arduo de su reinado: ese año mueren su esposa, Isabel de Valois, y su hijo Carlos, heredero del trono. Los conflictos en Flandes crecen, los turcos amenazan el Mediterráneo y los moriscos de Granada se rebelan. Asesorado por sus secretarios de Estado, el monarca pone en marcha su arma secreta: una red de espionaje como nunca antes se ha conocido. Un caballero miembro de la Orden de Alcántara, Luis María Monroy, parte hacia Oriente disfrazado de mercader. Pasará por Venecia y Sicilia, para finalmente entrar en contacto con el Gran Judío, el hombre más poderoso de Estambul.