Nadie como Adeflor para mostrar las luces y las sombras del hacer de los representantes municipales, que tan bien conocía por su trabajo de periodista. Entre burlas y veras, ridiculiza unas veces sus atrevimientos o sus carencias, otras pretende orientarles con sinceridad, pero en ningún caso discute la necesidad del concejal, un 'político de cercanías', como él lo entendía. Obra que emana buen humor de cada una de sus páginas.