En una época pretérita o futura donde cunde, como en cualquier tiempo que se estime, el miedo y la venganza, el objetivo es aniquilar al proclamado enemigo, por lo que se recurre al argumento que concibe el odio, impulsa la cobardía y firma en blanco la envidia. Nada más fácil que adaptar la historia a la conveniencia de quien puede modificarla o, incluso, escribirla. Esa es la intención última y a ella se destinan todos los medios al alcance. Aunque ningún plan es tan perfecto que impida habilitar una vía de defensa y escape, ideada a partir de los mismos elementos a los que se enfrenta. A una distancia engañosa que aviva la controversia, un poder superior anunciado cada era contempla imperturbable la devastación que a él cíclicamente se atribuye. La nueva novela de Olmedo Fornas tiene el empeño de conocer y analizar nuestra sociedad sin olvidar su tradicional pulso narrativo, una obra llena de literatura, casi un testamento de diversidad, en un autor, ya de culto, que nunca deja de sorprendernos.