Rachel, una joven prostituta que huye de su turbulento pasado, se despierta en un hermoso jardín en Arles y descubre con asombro que un hombre de pelo rojo y sombrero amarillo la está retratando. No es un artista cualquiera, sino el excéntrico pintor Vincent Van Gogh, uno de los artistas más fascinantes y revolucionarios de todos los tiempos. Ese primer encuentro marcará el inicio de una historia inolvidable. Hijo de un pastor protestante, dotado de una sensibilidad única y una extraordinaria capacidad de trabajo, Van Gogh se volcó febrilmente en expresar a través de la pintura su personalísima visión del mundo. Su hermano Theo fue su mayor apoyo financiero y artístico y la correspondencia que intercambiaron a lo largo de toda su vida es el testimonio de la intensidad de esa relación. Inspirada en esas cartas, Sheramy Bundrick brinda una emotiva novela que evoca los últimos años de vida del reconocido pintor.