Cuando apareció en 1809 Historia de Nueva York de Diedrich Knickerbocker, recopilación de las crónicas históricas publicadas en el neoyorquino Morning Chronicle por el escritor norteamericano Washington Irving (1783-1859), en Europa no se tenía noticia todavía de la existencia de una literatura norteamericana. Poco después, Walter Scott, Balzac y Byron saludarían con gran entusiasmo la obra inaugurual de un autor, y de una literatura, de cuyo magisterio se declararían deudores posteriormente escritores como Poe o el poeta Walt Whitman. En 1832 Irving viaja a Europa y presenta sus cartas credenciales como diplomático ante la reina Isabel II de España. Ese mismo año publica su famosa Alhambra (Cuentos y leyendas de la Alhambra), recreación de tradiciones arabigoandaluzas en las que la imaginación del estudioso aúna acontecimientos históricos con episodios sobrenaturales. Se han reunido en este volumen los mejores y más representativos cuentos que Washington Irving aportó a la literatura fantástica: Rip van Winkle, el hombre que quedó suspendido en el tiempo durante varios años; La leyenda de Sleepy Hollow, la historia de un jinete sin cabeza que aterroriza a una tranquila población rural (pertenecientes a su magna obra The Sketch Book, 1920); Leyenda de la rosa de la Alhambra y La leyenda del astrólogo árabe (extraídos éstos de la citada Alhambra); El espectro del novio, inspirado en una leyenda alemana, o La aventura del estudiante alemán, un cuento ambientado en los días de la Revolución Francesa (que inspiró a Gautier el relato La muerta enamorada), son algunos de los cuentos que forman parte de esta antología.