Para Jorge Luis Borges, que no dej贸 nunca de leerlo y admirarlo, Chesterton fue un incomparable inventor de cuentos fant谩sticos: Pienso que Chesterton es uno de los primeros escritores de nuestro tiempo y ello no s贸lo por su venturosa invenci贸n, por su imaginaci贸n visual y por la felicidad pueril o divina que traslucen todas sus p谩ginas, sino por sus virtudes ret贸ricas, por sus puros m茅ritos de destreza. Fiel exponente de estas aseveraciones es el ciclo de relatos agrupados bajo el t铆tulo de El hombre que sab铆a demasiado, una de las obras predilectas de Borges, en la que el escritor brit谩nico nos presenta a Horne Fisher, un peculiar funcionario del Imperio que va tropezando a lo largo de su carrera con una serie de misteriosos asesinatos cuya soluci贸n se encuentra m谩s all谩 de las apariencias. Como en la mayor铆a de los thrillers de Chesterton, cada relato encierra una ingeniosa paradoja sobre la condici贸n de la sociedad o sobre la naturaleza humana. Como dec铆a Borges, hubiera podido ser un Edgar Allan Poe o un Kafka: prefiri贸 -debemos agradec茅rselo- ser Chesterton.