Dramaturgo excepcional y cuentista sin par, Chéjov también es autor de una novela, la que aquí presentamos con traducción de Sergio Pitol , que para muchos es una de las obras maestras del género. Como una suerte de cajas chinas o de matrioshkas, la novela transcurre con Chéjov como autor y personaje. En un juego de narraciones, la hitoria de Iván Petrovich Kamichev es el motivo para que Chéjov despliegue su visión crítica y panorámica en una Rusia en plena decadencia moral, social y psicológica. La provincia rusa se presenta como el alma de la nación, en donde la desesperanza es el medio de vida de hombres y mujeres sumidos en el tedio, el vodka y las apariencias.