Emma se rige a través de la sutileza y el ingenio. Jane Austen construyó un portento de novela que fluye casi intemporalmente. No existe prisa ni arrebato en esta obra por la que manan los ardores humanos de una manera a veces casi aterradora y otras cándida. Emma Woodhouse es una muchacha típica de la burguesía perteneciente a la zona rural de la Inglaterra decimonónica: caprichosa, mimada, muy inteligente y, acaso, manipuladora. Sus relaciones con los demás se convierten en un teatro personal, y sus reuniones son una suerte de campo de batalla.