Una de las obras más exitosas e imitadas en la antigüedad injustamente olvidada en nuestros días, es este monumental tratado-poema, que nos ofrece en versos, como agrada a los dioses, la epifanía de un universo luminoso, vivo y ordenado; la revelación de un cosmos lleno de signos, desde las revoluciones estelares hasta las danzas de los ratones, mediante los cuales la divinidad le indica al hombre sus designios.