TenÃa todo lo que podÃa desear un hombre: una mujer, un hijo, un hogar. Pero cuando el crimen y la sospecha llamen a su puerta, descubrirá que no conoce a nadie... ni siquiera a los que más quiere. El mundo de Eric era tan sólido y feliz como siempre. Un universo familiar perfecto, tan ideal como el de las estampas familiares que cada dÃa revelaba en su tienda de fotografÃa. Hata aquella noche fatÃdica en que su hijo Keith saló a cuidar de la hija de unos vecinos. Tras la desaparición de la pequeña Amy, Keith se convirtió en el principal sospechoso.