Pocas ciudades exhiben en un espacio así de reducido tantas obras de arte destacadas como Florencia; los cuadros internacionalmente conocidos de Leonardo da Vinci, Botticellim Caravaggio y Rafael; el famoso David de Miguel Ángel; las iglesias suntuosamente decoradas de Santa María Novella, San Lorenzo y Santa Croce, con sus sobresalientes ciclos de frescos y sus criptas; y, por suspuesto, obras maestras de la arquitectura como la catedral de Florencia, el Campanile y el Baptisterio de Giotto, por mencionar sólo algunas.