La noche en que Betty , borracha casi hasta el colapso, recala en el bar Trou , pocos de los clientes del tugurio imaginan que esa joven de veintiocho años acaba de ser expulsada de su hogar, donde vivía con su marido, dos hijas y la suegra. Recogida momentáneamente por Laure -mujer madura y amante de Mario, el dueño del bar- e instalada en un hotelucho cercano, Betty va desvelando poco a poco su pasado : la ambigua relación afectiva con su padre durante la niñez, un descubrimiento de la feminidad que la hace sentirse culpable, su matrimonio convencional y su desenfrenada entrega a los amantes y a la bebida. Pero la historia de Betty cobra un sesgo inesperado cuando, en su atormentada mente, comienza a crecer a pasos agigantados la figura de Mario No en vano, en cierta ocasión Georges Simenon escribió : Cada ser humano posee una faceta luminosa y otra oscura, de la que se siente más o menos avergonzado.