Esta obra en prosa, desparramada en tomos cabalísticos y corpulentos, que no tiene horizonte parejo, más bien era mal conocida. Tal vez por lo extensa o tal vez por revelar una personalidad visionaria. Ahora se da aquí apiñada, con lo que de más sustancial tiene, gracias al ojo selectivo de Cristóbal Serra , quien ha separado el cogollo de la literatura “apocalíptica” de Juan Larrea . Diremos que, en el ámbito de nuestro idioma, Angulos de visión , que no es literatura, más bien pasión y vitavirilidad por los cuatro costados, ofrece una perspectiva muy especial, al tocarse de cerca con un “profetismo hispánico” cuyo valor ha querido en todo momento realzar muy especialmente el antólogo. En 1945, Fernando de los Ríos, desde la Universidad de Texas, escribía : “Juan Larrea me parece a mí ser uno de los más brillantes pensadores entre los españoles en exilio. Su método poético es a veces perturbador, a veces iluminador, siempre muy peligroso y a menudo realmente electrificante. Su Rendición de espíritu y su reciente opúsculo, El surrealismo entre nuevo y viejo mundo, producen en algunos lectores, como lo hace el arte moderno, un sentimiento de haber sido insultados personalmente, pero yo estimo que su obra es uno de los productos sobresalientes de nuestra inquietud histórica, filosófica y religiosa”.