Considerada por algunos estudiosos como auténtico «manifiesto» del proyecto blumberguiano. Este libro es, en buena medida, un intento de responder a la pregunta ¿bajo qué presupuestos pueden tener legitimidad las metáforas en el lenguaje filosófico?Este planteamiento ya presupone un ideal filosófico, y también histórico-filosófico, signado por la conciencia metodológica cartesiana (y también husserliana), que hace de la precisión terminológico-conceptual un ideal, el ideal epistémico, y que en consecuencianiega o rebaja la legitimidad de aquellas formas de lenguaje que, por su carácter impreciso o traslaticio, no alcanzan todavía —o nunca podrán alcanzar— la nitidez intelectual de un contenido mental reducible a fórmula.