En 1933 imparte Dietrich Bonhoeffer un curso con el que subraya la urgencia de cultivar el asunto central de la teología, precisamente en la hora crítica del presente histórico: la pregunta de quién es Jesucristo. A través de las palabras de Bonhoeffer cobran nueva vida las sutiles cuestiones cristológicas de la Iglesia primitiva y de la Reforma. Los dos comentarios bíblicos también reunidos aquí, Creación y caída y Tentación, este último destinado en 1938 a un grupo de jóvenes pastores en situación ilegal, son reflejo del estilo hermenéutico, de inconfundible perfil, del teólogo alemán.