Sara Carstairs tenía motivos de sobra para querer comenzar una nueva vida. Tras ser declarada inocente del asesinato de su cuñado, la hermosa joven se había visto forzada a huir de Londres, huyendo de las murmuraciones y la conmoción que su presencia causaba entre la gente. Cansada y viviendo como una reclusa, durante tres años, Sara necesitaba una salida. También era imprescindible si quería dejar atrás a sus fantasmas y poder gestionar así la herencia de su familia. Y como si todo esto no bastara, aún le quedaba enfrentarse al acoso de un periódico decidido a encontrarla y a exprimir hasta la última gota de su angustiante vida.