En la mansión de los MacDowell todos aguardan la muerte inminente de Sally, matriarca de la familia. Sólo su hija adoptiva parece sufrir ante la evidencia del fatal desenlace, y procura hacer todo lo posible para ayudarla en esos difíciles momentos. carolyn sabe que la única persona capaz de devolver a su madrastra la paz necesaria para enfrentarse a la muerte es Alex MacDowell, su verdadero hijo. Pero Alex desapareció hace ya 18 años y nadie ha vuelto a saber nada de él... hasta esa noche.