Adrian Burchard, tercer hijo del conde de Dincaster es enviado a París con la misión de traer de vuelta a Inglaterra a la errante duquesa de Everdon. Tras la muerte de su despótico padre, Sophia Raughley, duquesa por derecho propio, ostenta uno de los títulos más poderosos de la nobleza. La tarea encomendada a Adrian es bien sencilla: llevar a Inglaterra a Sophia con la intención de votar a favor de los conservadores y de ese modo rechazar un proyecto de reforma. Sophia no se hace ilusiones sobre lo que significa que el rey requiera su presencia en Inglaterra. Otra vez va a ser objeto de moneda de cambio para esos hombres poderosos que intentarán conquistarla con el único fin de echar mano de Everdon y... su influencia. Adrian no puede fallar; en el ambiente se respira un nuevo aire de revolución y su propio futuro está en juego. Sophia no quiere volver a Inglaterra, eso significaría abrir nuevamente heridas ya olvidadas. ¿Cómo puede Adrian conseguir que todo se mantenga en su lugar sin la ayuda de una mujer como Sophia? En el camino ambos deberán enfrentarse también a sus propios sentimientos.