Ya no hay vuelta atrás: la era industrial ha llegado a su fin. La cultura y la industria de masas se han agotado a sí mismas. Pero lejos de alarmarse ante lo que se avecina, Douglas Rushkoff , uno de los analistas más perspicaces de la sociedad actual, considera esta crisis, que él denomina un nuevo renacimiento, una oportunidad para que los intereses y pasiones de directivos, empleados y consumidores tengan de nuevo un lugar en la empresa. Para Rushkoff, la mejor fórmula para estos nuevos tiempos es mantenerse fiel a los principios originales. De Virgin a Google, de Levi’s a Zara, triunfan las compañías que han sabido mantener su compromiso con los clientes y conservar la pasión por el trabajo. En el nuevo renacimiento, nociones como jerarquía, competencia y marketing son sustituidas por otras como cooperación, motivación y juego. Hoy, las empresas necesitan ser verdaderamente innovadoras, reencontrar el espíritu de aventura que las impulsó y recuperar el contacto con sus clientes.