Ante las obras de su alumno Matisse, Gustave Moreau exclamó, admirador y profético: Usted va a simplificar la pintura. Para continuar, después de un instante de reflexión: Con ello no simplificará la naturaleza, ni la reducirá. La pintura ya no existirá más... Y finalmente: No me haga caso. Lo que usted hace es más importante que lo que yo digo. No soy más que un profesor, no entiendo nada.... Especial 100 Años con Matisse