De manera provocativa y mordaz, y utilizando situaciones en las que muchas mujeres se verán reconocidas, Elizabeth Hilts propone una palabra hermosa, redonda y contundente: no. No a actuar siempre de la forma más correcta, no a anteponerlo todo a una misma, no a decir siempre que sÃ... Una fórmula descarada para que las mujeres aprendan a respetarse y a hacerse respetar, para que consigan ser felices: dejar que aflore la cabrona interior, esa parte fuerte y valiente que llama a las cosas por su nombre y no se deja pisar. Una apuesta por el éxito y la dignidad.