No importa cuántas formas de viajar podamos imaginar. En Un día cualquiera están todas. Con una prosa limpia y certera, Lola Carrera nos coloca en la piel de Alfredo, alguien que todos hemos sido, somos o seremos alguna vez, y nos permite asistir a su particular e inesperado viaje, que es a la vez un largo y penoso periplo y una excitante y confusa escapada. Con este punto de partida, la obra se convierte en un emocionante relato sobre la traición a uno mismo y sobre el riesgo de no tomar la decisión correcta. O sobre no tomarla en el momento adecuado.