Solo Cortados no es sólo un bar, es un oasis, un pequeño trozo de universo en el que varios personajes se reúnen cada mañana para degustar un infame café que sabe a gloria antes de afrontar los pequeños grandes problemas del día al día. Manuel, Miguel, los caravisteros, el señor de la esquina de la barra, la señora de las tragaperras y Lola, Lola, Lola… Todos disfrutan de unos instantes de paz a ritmo de cafeína. Hasta que un día, una serie de extrañas desapariciones llenan de inquietud a los habitantes del Solo. Al más puro estilo de la novela negra y con un sentido del humor tan impecable como implacable, Mikel Cuadra nos convierte en partícipes de una historia de tantas, de uno de tantos misterios que se esconden en cada recoveco de cualquier gran ciudad.