En la mitología persa, sangue sabur, la piedra de la paciencia, es una piedra mágica a la que uno cuenta sus desgracias, sus miserias, lo que no se atreve a revelar a los demás? La piedra escucha, absorbe todas las palabras, todos los secretos, hasta que un buen día explota. Y ese día, uno queda liberado. En esta novela, localizada en alguna parte de Afganistán, o en cualquier otro lugar, la piedra de la paciencia es un hombre en estado vegetativo a causa de una bala alojada en la nuca. A su lado, en el suelo, mientras en la calle se oyen disparos y pasan carros de combate, su mujer reza por él, le atiende y le habla. Llena de rabia y desesperación, le cuenta lo que nunca antes se atrevió a decirle: sus deseos y frustraciones, sus secretos más ocultos. Escrita en un lenguaje bellísimo, poético y descarnado, La piedra de la paciencia es un grito contra la sinrazón de las guerras, el fanatismo y la opresión a las mujeres en cualquier parte del mundo.