Nunca dos letras armaron tanto revuelo al juntarse con un número, basta con poner “MP3” en cualquier buscador de Internet y verá el resultado. Se trata de un sistema de compresión de audio que ha revolucionado el mundo de la música. A través de chats, ftp y foros de noticias vuelan canciones en formato MP3 de un ordenador a otro, con las que jóvenes internautas se construyen sus propios CD sin pasar por caja. Ahí está el problema: el control sobre los derechos de autor y la distribución, la mina de oro de la industria musical. Allá por 1987 comenzó a desarrollarse un método para transmitir audio en un formato digital comprimido y se ideó un sistema capaz de comprimir el sonido sin una pérdida apreciable de calidad. En 1992 nació el MP3. La verdadera revolución llegó con el crecimiento espectacular de Internet: cualquiera podía descargar una canción a su PC ignorando esa cosa que se conoce como copyright. Un libro que devela muchas incógnitas, explicando cómo surgió esta tecnología y la multiplicidad de aplicaciones que de ella se derivan.