El estudio abarca el desarrollo de las fiestas a lo largo de su existencia, los escenarios en que han sido celebradas y su incidencia en aspectos tan diversos como la arquitectura, el costumbrismo, la literatura o la pintura. También se profundiza en algunas costumbres sociales como la afición de los madrileños a reunirse en tertulias, a tapear o a disfrutar del verano sin salir de la ciudad.