Ana MartÃn Puigpelat es otra cosa: una poeta personal, distinta pero asequible, con un aliento digno de los clásicos y un soplo de modernidad indiscutible, apoyada en su experiencia pero repleta de mágicas resonancias, plena de ecos culturales pero comprometida con la sencillez y el deseo de comunicación. La voz de esta escritora es una de las más interesantes voces del panorama poético actual -femenino y masculino-, es una voz firme y bien templada, con un bagaje cultural certeramente utilizado, sin gratuidades ni concesiones. Este libro estructura una profunda idea central, en una inteligente acumulación de ideas, imágenes y resonancias, y todo ello con un ritmo claro y trabajado, de corte italiano, con sus endecasÃlabos perfectamente construidos, sus heptasÃlabos y eneasÃlabos a juego, sus versos de corte. Ausente la rima pero evidente el ritmo es, técnicamente, un libro que se escucha perfectamente. Un libro de gusto antropológico y social que yo definirÃa como paradisÃacamente humano... Prólogo de Enrique Gracia Trinidad